viernes, 22 de noviembre de 2013

Cuida tu instrumento

Cuida tu instrumento

Un hábito realmente importante. Da la impresión de que algunos instrumentistas de viento-metal, no dan la importancia que se merece un aspecto como este y es un hábito que deberia de estar perfectamente establecido. Para los que no están “habituados” a un cuidado y a un mantenimiento adecuado de su instrumento, puede que este post les pueda ayudar

Deberiamos prestar atención a nuestras própias acciones cotidianas o de las personas en general, por ejemplo, cuando vamos a comer nos lavarnos las manos, después de las comidas nos limpiarnos los dientes, normalmente nos bañamos o duchamos diariamente. Es decir que todo esto es algo habitual y normal.

Si tenemos vehículo, cuando sale un dia soleado, un domingo o uno de nuestros dias libres, limpiamos nuestro coche y cuando lo vemos reluciente estamos muy orgullosos de cómo se ha quedado. Quitamos el polvo acumulado en los muebles de casa, límpiamos la pantalla de nuestro teléfono, la pantalla del ordenador, lavamos nuestra ropa, y así un largo etc, de limpiezas que hacemos a lo largo del dia y de la semana.

Después de esta observación de nuestros hábitos diarios volvamos a los instrumentos de música, nuestra herramienta de trabajo diaria. Es curioso y digno de observar a nuestros colegas los clarinetistas, oboistas, flautistas, fagotistas, saxofonistas. La particularidad de estos instrumentos que algunos  de ellos están fabricados de madera, les obliga a tener un hábito de cuidado del instrumento bastante intenso.

Seguro os viene a la mente que cuando habéis terminado de un ensayo o un concierto, los metales suelen guardar el instrumento dentro del estuche y salir rápido del sitio donde se encuentran, mientras los instrumentistas de viento – madera al menos la mayoría de ellos, están limpiando sus instrumentos antes de guardarlos. Realmente es lo que se debería de hacer siempre, y aun más  si están expuestos a humedad constante (nuestro soplo).

Ahora os invito a que os preguntéis a vosotros mismos si hacéis lo mismo...

Algunos puede que si, otros no. Normalmente cuando el instrumento es nuevo estamos más pendientes de él y sí que le pasamos la balleta, secamos los restos de saliva y las marcas de los dedos en el pabellón los intentamos eliminar, sí eso ocurre al principio. Según va pasando el tiempo vamos alejando poco a poco esa atención de nuestro instrumento, el trabajo o la actividad a la que estemos sometidos nos obliga a ello.

Mi consejo es que no se baje la guardia en este apsecto ni en nigún otro. Los instrumentos con una cierta calidad, están fabricados para que duren si tienen el mantenimiento adecuado.

Hay que saber que debe limpiarse con frecuencia. Para estar en óptimas condiciones de uso debe de limpiarse a fondo al menos una vez al mes.

Según en la forma en la que esté construido el instrumento, debe de desarmarse la campana, quitar los tudeles o leadpipes y limpiarlos bien quitando los residuos que tengan acumulados.

La vara también debe de limpiarse tanto la corredera como la fija. Existen productos y artilugios que nos ayudan a ello. Si quereis desinfectar las varas podéis utilizar un jabón neutro , un lavavajillas puede servir, después aclarar bien con agua. No utiliceis agua caliente bajo ningún concepto, puede dañar el lacado.

La boquilla es uno de los elementos de contacto con nuestro cuerpo más directo, por tanto mi consejo es que debe ser limpiada a diario. Con agua símplemente o hervida si alguien tiene problemas de alergia, y podéis acceder a comprar productos específicos para la boquilla que funcionan muy bien.

El dia a dia con el instrumento es que al menos se pase la balleta siempre después de cada uso del mismo, eliminando las gotitas de agua polvo o cualquier otra sustancia que esté en el instrumento. Vaciar la vara del resto que quede dentro y secar el desagüe.

Esto es lo referente a la limpieza, pero ahora seguimos con el mantenimiento.

Tenemos mucha suerte respecto al mantenimiento del instrumento ya que no se necesita gran cosa, es económico y fácil de hacer, pero hay que estar pendiente. Necesitamos que la vara, los pistones, válvulas y demás partes móviles, funcionen suaves y sin interrupición, al igual que las bombas de afinación deben deslizarse con suavidad. Pienso que no existe un patrón en cuanto a la cantidad y a la utilización periódica  de los lubricantes, todo depende de la dedicación y asiduidad con la que utilicemos nuestro instrumento. Como curiosidad en mi própia experiencia es que yo pongo aceite diariamente en mis transpositores al igual que engraso mi vara cada dia. Con las bombas de afinación no se necesita diariamente más bien una vez a la semana aproximadamente.

Bién, llegados a este punto hay que decir que si cuidáis vuestro instrumento con productos adecuados (hay muchos en el mercado), vuestro instrumento puede tener al menos una vida útil de entre 80 a 100 años. 

Pero esto es atendiéndolo diariamente. Por supuesto que hay que confiar en los profesionales de la reparación para que antes de que sea demasiado tarde, pueda solucionar cualquier pequeño problema. Mis instrumentos actuales tienen 12 y 10 años respectivamente y siguen nuevos, simple y llanamente por cuidarlos y mantenerlos con productos adecuados y de calidad. 

Siempre mejor una pequeña inversión en mantenimiento que no en una inesperada e indeseada reparación.

Espero que os haya servido este post.

Como siempre me despido de vosotros hasta el próximo post.

Disfrutad de vuestro instrumento


Saludos.

Javi Colomer
Thein Artist


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